El cuidado del medio ambiente pasó a ser una de las principales preocupaciones; en muchos casos, un poco impulsados por la moda y en otros por la concientización. Esto se comenzó a reflejar en los proyectos inmobiliarios de todo el país.

Hernán Giménez, gerente comercial de Noregon Territorio Natural (un proyecto de 257 hectáreas ubicado a sólo 15 minutos de San Martín de los Andes, sobre la ruta 62, camino al lago Lolog), afirma que una de las principales características se asocia con el cuidado y la preservación de la naturaleza.

“En el caso de Noregon, todo fue proyectado a conciencia, desde el estudio de impacto ambiental -que llevó un trabajo de un año y medio realizado por el biólogo ambiental Horacio Botta- hasta el trazado del desarrollo y el diseño urbanístico. Entre las decisiones clave hay que mencionar la preservación del bosque nativo y la conservación de más de la mitad del terreno para espacios verdes. Además, se declaró la cima del cerro como intangible y de uso común, sin lotearlo. Otra medida fue no interferir las vertientes que existen en el terreno. Los edificios comunes son construidos con materiales de la zona y hay una lógica de integración con el paisaje”, explica Giménez.

El estudio, que sirvió como base del diseño urbanístico realizado por la firma Pondal Malenchini, incluyó un relevamiento de las pendientes, los cursos de agua, la densidad de pasturas, bosques y fauna autóctona.

Para Fernando Coelho, responsable de marketing de Algodon Wine Estates (ubicado en San Rafael, Mendoza), la principal característica es el máximo cuidado del medio ambiente y de la naturaleza mediante la preservación de los recursos naturales, para lograr una mejor calidad de vida.

Los countries denominados ecológicos suelen contar con un 50% de su superficie total destinada a terrenos y el resto, a espacios verdes y deportes.

Agrega Manuel Valdés, gerente general de Area 60, un emprendimiento ubicado en Brandsen: “Los recursos son escasos y un uso sustentable de ellos es algo indispensable para este nuevo milenio. Por otra parte, creemos que es una tendencia impulsada por la realidad, no es una moda. El 50% de los recursos naturales ya se ha agotado. Son escasos y, por ende, hay que extremar su uso, utilizando los renovables. Tener conciencia de eso es también pensar en nuestras generaciones futuras”.

Según los expertos, quienes buscan estos proyectos suelen ser jóvenes familias o solteros profesionales amantes de la naturaleza que tienen como objetivo vivir en armonía con ella. “En Europa se ha incorporado esta idea desde hace años; en cambio, aquí hace poco que se instaló. Afortunadamente hay muchos inversores que consideran la defensa del medio ambiente”, sostiene Giménez.

Una de las características de estos proyectos, según los desarrolladores, es que requieren una inversión inicial mayor, aunque luego se amortiza debido a la calidad y el bajo mantenimiento. “En los proyectos ecológicos se demanda más dinero para llevarlos a la práctica; por ejemplo, evitar la polución, utilizar energías renovables y no contaminantes, así como crear un desarrollo sustentable basado en diferentes actividades, es más oneroso”, explica Coelho.

Para todos los gustos

Uno de los ejemplos es Noregon, una urbanización de baja densidad en medio de un entorno enmarcado por un impactante cordón montañoso, añosos cipreses y bellos y cristalinos arroyos. “Entre los servicios que tiene este desarrollo privado se destacan el clubhouse con spa y hostería, un refugio con guardaparque para actividades infantiles, restaurante, sala de reuniones, espacio de lectura, sector de juegos, pileta climatizada, gimnasio y áreas protegidas, miradores, más deportes acuáticos sobre el lago Lolog, por ejemplo”, enumera Giménez.

Allí se comercializan lotes, entre 2000 y 5000 m2, desde 50.000 dólares; es decir, 29 dólares el metro cuadrado.

Area 60, un desarrollo de 815 hectáreas que se levanta en el km 64 de la Autovía 2, en el partido de Brandsen, es definido por Valdés como un centro urbano autónomo inteligente. “Esto significa que se trata de un desarrollo sustentable, con uso racional de la energía, y con el aporte de las tecnologías para una alta calidad de vida. Cuando hablamos de uso racional de la energía, lo decimos en sentido amplio. El emprendimiento no sólo ahorrará energía en su funcionamiento, sino que impactará en cada habitante”, explica Valdés.

El proyecto contará con una inversión que supera los 50 millones de dólares; sólo en tecnología, en la primera etapa demandó un gasto cercano a los 5 millones de dólares.

“El proyecto, que contará con 2900 lotes, ofrecerá a los propietarios una cancha de golf de 18 hoyos, área hípica, polo, centro médico, colegio, centro comercial, centro cultural, cines y hotel internacional, lo que implicará una inversión total de 80 millones de dólares”, afirma Valdés.

En la actualidad se ofrecen en venta lotes del área 3 del Sector sur, recientemente lanzado, con valores desde 49.500 dólares (para los que se encuentran en la zona central y tienen una superficie de 1500 m2) hasta 183.500 dólares (para los que tienen vista a la laguna y a los greens, con superficies estimadas de 1800 m2). En San Rafael, Mendoza, varios son los casos de desarrollos autosustentables que optan por una vida no sólo en armonía, sino también cuidando los recursos naturales. Uno es Algodon Wine Estates, sobre la ruta nacional 144 km 674.

El proyecto, de 825 hectáreas, que se encuentra al pie de Sierra Pintada, es definido por los propios desarrollistas como un oasis productivo. “En estas tierras existen viñedos que datan de la década del 40 y olivares de más de medio siglo; éstos conviven con plantaciones de ciruelos, nogales, peras, enmarcados por acequias y árboles característicos de la región y embellecidos por arroyos de aguas cristalinas de provienen de las altas cumbres de la cordillera de los Andes”, comenta Coehlo.

Algodon Wine Estate, que demandará una inversión final de 40 millones de dólares, ofrece 300 lotes para el desarrollo residencial con superficies entre 0,4 y 6 hectáreas. Además cuenta con una bodega con capacidad para procesar 165.000 litros de vino, cancha de golf, driving range, clubhouse y restaurante, más un lodge de elegante estilo rural. Una de las fortalezas del proyecto es la Academia de Tenis José Luis Clerc. El predio destinado a este deporte contará con nueve canchas de tenis de polvo de ladrillo, una de cemento (hard court) y tres de césped, que serán inauguradas en los próximos meses.

También tendrá un área reservada para actividades hípicas; habrá dos canchas de polo con caballerizas, pista de salto y de vareo, y un clubhouse especialmente construido para los amantes de estos deportes. “Además, se prevén 50 condominios y 12 villas de tenis, y se desarrollarán diferentes barrios dentro de la propiedad. También se edificará un hotel con 40 habitaciones, un spa y un fitness center”, dice Coehlo.

Allí se comercializa la hectárea desde 100.000 dólares. “La idea es que cada propietario pueda producir su propio vino u aceite de oliva con el fruto de su lote, o bien con el fruto de los viñedos y olivares comunes que se encuentran dentro de la propiedad. Pero todo dentro del concepto de cultivos ecológicos; es decir que se evita la utilización de agroquímicos y herbicidas”, concluye Coehlo.

Comarcas de Luján (por la ruta 6, a menos de 1000 metros del km 60,3 de la intersección con el Acceso Oeste) también contempla en su desarrollo la propuesta ecológica.

Al respecto, Roberto Mateo, de Mateo Propiedades, responsable de la comercialización, sostiene: “El master plan de Comarcas de Luján respetó la arboleda

existente; es centenaria. Y se fraccionaron parcelas de dimensiones grandes, lo que genera menor impacto ambiental, no sólo en el mismo barrio, sino también en la zona de influencia. Además, por reglamento, cada propietario debe instalar una planta de tratamiento de descarga de agua. El predio es cruzado por un arroyo de aguas transparentes que, a partir de su protección, convoca una gran variedad de aves”, aclara Mateo.

La urbanización Nuevo Luján está orientada a captar propietarios de fin de semana y de residencia permanente. “Incluso, se eligió este predio porque es una reserva única, ya no existen campos de estas características por extensión y calidad, a sólo 60 kilómetros del microcentro porteño”, detalla Mateo.

Tendrá servicios tales como por ejemplo un centro comercial; un colegio trilingüe; seis barrios que compartirán los amenities y muchos espacios verdes; lagos, y mucha superficie libre alrededor del arroyo.

Las fracciones en el barrio oscilan entre 2000 m2 y 1 hectárea. En la mayoría de los casos, los precios de las parcelas superan los 25.000 dólares, con financiación. En sus 330 hectáreas Chacras de San Andrés optó por mantener el ecosistema de la pampa húmeda; el proyecto privado estará cerca de Villa Ruiz (San Andrés de Giles) y Carlos Keen (Luján). El complejo cuenta con un arroyo que atraviesa toda su extensión, con más de cinco bosques naturales, donde abundan las acacias y los eucaliptos. El valor de los lotes -en total 375, con superficies entre 2000 y 15.000 m2- parte de 30.000 dólares al contado; se ofrece financiación. Se abona un 25% al firmar el boleto y el resto a pagar en 18 cuotas fijas en pesos y sin interés.

La idea de los desarrolladores fue realizar un master plan que no impactara en el entorno natural del lugar; una de las premisas es la baja densidad poblacional. En este proyecto, los lotes cuentan con superficies aproximadas de unos 8000 m2, lo que asegura la conservación y el desarrollo de fauna autóctona.

Otro lugar que apuesta por el bajo impacto ambiental es Terravista (en General Rodríguez, a la altura del km 47 del Acceso Oeste), pensado para residencia de unas 750 familias, y que demandará una inversión final de 30 millones de dólares. “Terravista, por ejemplo, cuenta con 80 de las 165 hectáreas destinadas a estos fines. Otro de los atributos que fomentan la ecología en los barrios privados son los lotes orientados a los espacios verdes; esto desalienta el uso del automóvil para trasladarse dentro del barrio. Nosotros aquí no sólo respetamos la vegetación existente, sino que además fomentamos en la laguna artificial la reproducción de especies de peces, aves, caracoles y mariposas, dando lugar a un paisaje equilibrado y sustentable, tanto de fauna como de flora”, dice María Laura Melgar, directora de Castex, a cargo de la comercialización de los proyectos. Tal es la preocupación de Terravista por mejorar el entorno que los desarrolladores, sólo en ese punto, prevén en el master plan una inversión de dos millones de pesos. Además, como gran telón de fondo, la urbanización tiene un bosque de álamos, cipreses leylandii y casuarinas que nacen en una de las lomas, lo que da una fisonomía particular al lugar. Allí, los valores de venta parten de 69.000 dólares. Hoy, más allá de las modas, de una u otra manera muchas son las urbanizaciones que tienen como objetivo prioritario el cuidado del medio ambiente, tendencia que crece a diario.

Por J. L. Cieri y L. Murciego De la Redacción de LA NACION